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Un blog donde música, escritos e imágenes marcan la diferencia entre el vivir y el sentirse vivo.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Espejos rotos donde el Sol se refleja

Es que somos eso, ¿no?
Espejos rotos donde la luz se refleja.
Jodidos pero seguimos brillando.
Nosotros construimos nuestro particular reino, en donde las luces se confunden con las sombras, a veces, y donde un vaso roto vale más que una jarra vacía.
Brillamos y nuestra luz se refleja siempre. No somos tan opacos como creemos ser. Los espejos nos rodean, y los cristales se agrietan.
Piensa que si te rayas es porque eres duro como el diamante. El diamante se puede rayar, pero no romperse. La fragilidad no es una debilidad, es una fortaleza.
Yo hoy he descubierto lo que me pasa: Es solo que me siento fuerte a base de la gente que me rodea y que quiero. Y si esas personas se van, me siento débil, muy débil. En base a eso, me he construido mi fortaleza, mi castillo.
Vigilantes de una realidad espasmódica y absurda. Somos como el Comediante. Hacemos del Mundo una Parodia, y nos reímos de las miserias y las alegrías a partes equidistantes; porque en el fondo sabemos que somos una mierda más. Pero seguimos sonriendo con cierto descaro. Despotricamos a la Luna. Apartamos la mirada del Sol, porque su luz nos ciega.
Hoy estoy muy inspirado, demasiado quizás...
Encuentro la inspiración en la ruina, entre las cenizas del fuego que se apaga, en las rotundas e intrincadas esquinas de un mar muerto. Saco a flor de piel lo que llevo por dentro "[...] y muero sin vivir en mí..." Como dice el poema.
Recuerdo que antes de que 1+1, fueran 2, existía la incertidumbre. La incertidumbre da mucha felicidad. La ignorancia de uno mismo hace sonreír. Nos remite a un hecho pasajero. Es una sonrisa banal, sonrisa de comediante. Somos Arlequines de un circo corrupto que es la vida. Payasos sin rumbo, y vivimos sonriendo a cada paso. Decidimos nuestros pasos al andar, porque sabemos que no tendremos nada a la hora de la muerte. Solo una sonrisa y un rictus fuerte; una flor marchita, de pétalos corroidos y la máscara que nos creamos y que nos acaba consumiendo...